Ayer leimos un correo que nos había enviado Diana con saludos y besos y contándonos que habían hecho una entrada en el blog sobre su visita a Bizkaia, (crear para vivir). Y su correo nos ha hecho recordar que teníamos en «borrador» una entrada sobre el rato que estuvieron en el Labor en noviembre.
Decía lo siguiente:
–> Sobre el subidón contagioso de ver que alguien toma las riendas de su vida, SE LA JUEGA. Jugarsela tiene connotaciones negativas. Aquí no, aquí se trata de tomar una deción, arriesgarse, buscar compañeros, razones, excusas para hacer. y un día, también de manera consecuente, subirse a un autobús de línea. El juego no tiene límites, te lleva hasta ellos. Los límites están para saltárselos. Las reglas de juego, son acuerdos para el bien común.
–> Sobre las coincidencias y los encuentros. Francesco Tonucci y Solasgune. Y sobre los desencuentros o vidas en paralelo :.) Francesco Tonucci, Solasgune y el juego. Beti Miguel y Vega, claro.
Y cómo no, esta perla de mini video sobre qué es @noesunaescuela. Incrustar video.
Ya han pasado varios meses, pero con las imágenes de ese día y las notas del borrador (para nosotrs evidentes) podemos hacer memoria.
La visita de Diana, Diego y Jara fue un día entre semana. Quizá no hacía mucho frio pero, como la temperatura es algo que nos preocupa en el Labor, lo recordamos así: lluvioso y húmedo. La que escribe, lo primero que recuerda es una pequeña -muy pequeña- entrando decidida, saludando, quitándose los zapatos en la entrada y cruzando la puerta sin miramientos. Y luego Diego y Diana. Con aspecto de gente sana.
Las ganas de compartir, el miedo a no dar la talla, el mundo del que hablamos y el mundo en el que hablamos, la distancia entre las ideas y la vivencia, la cámara, las miedomonas y la enorme capacidad olfativa de ls niñs, las expectativas y comparaciones, nuestras mentes doblegadas, escolarizadas, temerosas…seguro que pasamos la primera hora queriendo que todo estuviese en su sitio!! Y seguro también, que el hábito del espacio y las personas del labor, las demandas y la asistencia, los años y lo aprendido…también Diego y Diana, nos ayudaron a recolocarnos en nuestro lugar. Somos diferentes. Hacemos así. Ahora, queremos y podemos esto.
Las personas adultas que tantas experiencias de miedo hemos vivido, seguimos siendo niñs deseoss de aceptación por muchos libros que leamos y muchos discursos que demos. Más veces de las que nos gustaría reconocer, nos encontramos queriendo dar la talla, queriendo ser lo que se supone que debemos ser. No necesariamente lo que nos dicen otras, sino lo que nos dice la idea que nosotras hemos construido y en la que nos hemos encerrado. Cuando hablamos de estos temas en el equipo, nos solemos acordar de un grupo de mujeres que se reía de la «idea-carcel» que habían construido: si eres okupa, debes ser vegetariana, parir en casa, dar teta hasta los tres y si escolarizas, a los seis y en la pública. Esta es una, pero por supuesto hay más y enormes. Y muchas de las que ni siquiera somos capaces de reirnos.
La Educación Creadora nos regaló la posibilidad de reconocernos y de sabernos capaces y hermosas. Muchas veces torpes, pero deseosas de ser de manera original; de manera verdadosa. Y, aunque el servicio cotidiano a los aprendizajes y juegos de las gentes del Labor, alimentan nuestra certeza de que las personas somos creadoras, nuestra batalla principal sigue siendo no olvidar que lo somos también nosotrs (para no dudar nunca, ni de nadie).
Y así, entre nuestros juegos y nuestra tarea, seguimos creciendo como quien recoloca su cadera en manos de Iñi. Y por eso, nos dimos cuenta pronto, de que para dar la talla estábamos dejando de ser quienes somos y «pretendiendo». Por supuesto, haciendo malmalfatal nuestra tarea :..) y disfrutando poco de la visita. Asi que nos sonreimos y un poco para respirar y otro poco para cuidar, algunas se fueron a la biblio y otras nos quedamos en el Labor.
Estuvimos charlando con Diana y Diego sobre espacios y personas que habían conocido en su viaje, sobre el Labor y sobre cómo estaba siendo nuestra deriva, sobre las decisiones familiares y sobre lo que hacían ellos antes de emprender el viaje. Hablamos sobre el placer de viajar y la economía, les hablamos un poco sobre nuestros viajes por Asia investigando el juego y los juegos y nos hablaron de Imagine Elephants (apunten y disfruten:.)… Y de aquella conversación retomo la nota del borrador: jugarse la vida es contagioso. Otra razón más para seguir jugando.
Y del juego y los orígenes del Labor, a Solasgune. Y del equipo de Solas a la Educación Creadora y la Comunidad. Y de la comunidad a Francesco Tonucci. Y vuelta al juego.
Otro día seguimos que hoy ya es tarde. Aquí tenéis un pequeño trozo del video de ese día, donde Diana cuenta que
«#noesunaescuela, #esundocumental» sobre…
@noesunaescuela from Solasgune on Vimeo.